La metafísica es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.
Ya en la Grecia Clásica, el filósofo Aristóteles de Estagira, hablaba de una “filosofía primera”, cuyo principal objetivo era el estudio del Ser en cuanto tal, de sus atributos y sus causas. De ahí que la metafísica tenga una estrecha relación con la teología, pues para esta doctrina, la causa real y radicalmente primera se entiende como un ente supremo (Dios).
La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía, como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad y el sentido y finalidad última de todo ser, todo lo cual se sustenta en el llamado principio de no contradicción, razonamiento que establece la imposibilidad de que algo sea y no sea al mismo tiempo. La metafísica tiene como tema de estudio dos tópicos: el primero es la ontología, que en palabras de Aristóteles viene a ser la ciencia que estudia el ser en tanto que ser. El segundo estudio es el de la teología, o también llamada “filosofía teológica” , que es el estudio de Dios como causa ultima de la realidad.
El conocimiento metafísico es el más fundamental que cabe intentar alcanzar. La cuestión esencial consiguiente es: ¿y cómo se alcanza ese conocimiento?, es decir, ¿sobre qué debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquí donde, como es comprensible, comienzan las interminables discusiones entre los metafísicos. Platón, antes que Aristóteles, es el precursor de la metafísica como tal y la expresa con su idea del mundo inteligible.
La metafísica trata las "cuestiones últimas", pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay muchos modos de presentarlas, y no todos estos enfoques son compatibles entre sí: ¿por qué existen las cosas? ¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Existe un Dios? ¿Qué características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu? ¿Acaso es libre el hombre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio? Etcétera.
Ya en la Grecia Clásica, el filósofo Aristóteles de Estagira, hablaba de una “filosofía primera”, cuyo principal objetivo era el estudio del Ser en cuanto tal, de sus atributos y sus causas. De ahí que la metafísica tenga una estrecha relación con la teología, pues para esta doctrina, la causa real y radicalmente primera se entiende como un ente supremo (Dios).
La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía, como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad y el sentido y finalidad última de todo ser, todo lo cual se sustenta en el llamado principio de no contradicción, razonamiento que establece la imposibilidad de que algo sea y no sea al mismo tiempo. La metafísica tiene como tema de estudio dos tópicos: el primero es la ontología, que en palabras de Aristóteles viene a ser la ciencia que estudia el ser en tanto que ser. El segundo estudio es el de la teología, o también llamada “filosofía teológica” , que es el estudio de Dios como causa ultima de la realidad.
El conocimiento metafísico es el más fundamental que cabe intentar alcanzar. La cuestión esencial consiguiente es: ¿y cómo se alcanza ese conocimiento?, es decir, ¿sobre qué debe versar y cómo se puede alcanzar? Es aquí donde, como es comprensible, comienzan las interminables discusiones entre los metafísicos. Platón, antes que Aristóteles, es el precursor de la metafísica como tal y la expresa con su idea del mundo inteligible.
La metafísica trata las "cuestiones últimas", pero, ¿cuáles son esas cuestiones? Hay muchos modos de presentarlas, y no todos estos enfoques son compatibles entre sí: ¿por qué existen las cosas? ¿Por qué hay algo y no más bien nada? ¿Existe un Dios? ¿Qué características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu? ¿Acaso es libre el hombre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio? Etcétera.